23:28 Comment3 Comments


…una canción que te transmite, como viaje en el tiempo por medio de las vibraciones musicales, a ese momento, a ese alguien, a una situación concreta, a un buen tiempo.

Después del odio por la alarma matutina, el siguiente pensamiento es provocado por el binomio perfecto para la melancolía del día: tu nombre-tu rostro que ataca mi mente apareciendo en ella de súbito. Comenzamos de nuevo, resistencia al olvido, tristeza al sentir que ya no te miro.

Nos fuimos en algún momento del camino y nunca regresamos, quedamos atrapados en el pasado abrazados de lo agradable y desagradable, locos aferrados. Lo intentamos como fieras, como necios, tercos amantes llenos de soledad.

Dimos todo, agotamos lo último de nuestras fuerzas para salvar algo que desde su comienzo se perfilaba torcido y aún así lo intentamos, seguimos, ay qué grandes héroes. La realidad de las cosas nos alcanzó sin piedad y sin oportunidades de perder.

Creímos en lo que sentíamos, crédulos pensamos que era amor, y sí lo fue, en su momento lo fue, después, la verdad salió, la soledad nos llamó, la carencia gritó y escuchamos, acudimos al llamado, le cerramos la puerta a la razón pues susurraba la verdad. La negamos.

Luego nos agotamos, agotamos todo y ni la esperanza quedó, lo único que quedó fueron recuerdos, imágenes, palabras que se guardan en esa caja fuerte sin combinación que almacena con voluntad propia, que hace llamarse memoria que no perdona ni obedece deseos. La papelera de reciclaje se niega a vaciarse.

La esperanza murió y la memoria resistió, resiste aún ante el deseo ingente de olvido sin nada que se pueda hacer, sólo sortear las trampas de la memoria que se resiste, contra nuestro deseo, al olvido.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Orales, amigy, muy intenso. Creo entender mas o menos como te sentiste al escribir esto. Es terrible eso de vivir con (o sobrevivir a) los recuerdos, buenos o malos, de algo que nos hace daño, ya sea por el mal que nos hizo, o por el dolor que provoca su ausencia. Sin embargo, es parte del juego este del amor. A veces toca ganar, otras no. Y cuando se quiere, siempre se puede pedir la revancha. Pero sólo cuando estás segura que, ahora sí, puedes ganar.

Besos.

José K dijo...

Me gustó, está bueno.

El necio dijo...

Y pasarán los años, pasarán las cosas simples, pasarán la luz y la sombra, pasarán otras esperanzas y otras necedades...aún así, siempre se quedarán, algunas nunca se van...simple y sencillamente no se retiran por completo, fantasmean por una eternidad.

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